UNA VELADA
Ayer estuve de farra. Parrandeé sin ti. Me tomé unos cuantos tragos y me alegré, me empipé, me subí a la pelota...
y a mi alrrededor varios estaban en las mismas o peores condiciones.
Me gustó la velada.
Había una chica que me miraba desde la oscuridad. Con su pareja, la amiga de mi hermana, la chica por fin habló...tenía un timbre agradable a mis sentidos, y mi percepción de su perdición(alcoholismo), de pronto cambió cuando tuve una razón, ella se abrió a mi, a nosotros, y ahí en medio de la conversación, salieron los trapos más sucios al sol, los suyos, los mios, los de todos.
Y tú, otra vez, no estabas para compartir la cuasi sesión terapeútica de grupo. Aunque estuviste presente: todos ansiaban que hablara de ti, de nosotras, de lo nuestro... de los como y los porqué...
Y, como siempre, me acaparé la atención de todos, y con mis verdades a medias y mis teorías inventadas, de pronto, dejé de extrañarte, y sólo volví a recordarte cuando estaba en la soledad de mi habitación, y tu cuerpo no estaba para abrazarlo, acariciarlo, sentirlo. Y así, pensando en ti me dormí.